sábado, 7 de marzo de 2009

¿ Pero por qué papá, están malitos los señores ? (y 2)

Mi hijo vuelve de nuevo a preguntar: “¿Pero por qué hacen eso, por qué gastan el dinero de sus niños?”, “¿Por qué no se van a jugar con ellos cuando salen del colegio a los columpios?”, y que… “¿Por qué jugar es malo cuando los niños se lo pasan tan bien?"

Trato de decirle que no pueden aunque lo intenten muchas veces, pero que su padre, el de mi hijo, junto a otras personas dedican una parte importante de su tiempo a hacer todo lo posible por ayudar a estas personas.

Trato de inculcarle además, que la dedicación a los más necesitados es fundamental, aunque la despreocupación por el sufrimiento ajeno que tienen ciertos “señores que trabajan de políticos” en este país, muchas veces resulta incomprensible.


También trato de “sugerir” a mi hijo, que no sé qué opinarían al respecto alguno de ellos si uno de sus vástagos fuera atendido en las urgencias de un hospital a causa de no poder soportar ya el dolor de perder y perder cada día a causa del juego, también por qué no, de perder cierta cantidad de dinero.


A continuación, sin que mi hijo llegue a entender creo que nada o muy poco de lo que su padre trata de decirle, vuelve a preguntar: “¿Pero por qué están malitos los señores?” Y cuando adivina que su padre está resuelto a abrir la puerta para marchar, pregunta de nuevo: “Pero papá, ¿Vas a volver pronto, verdad?” Con las lágrimas a punto de aflorar por mis ojos le contesto con un beso en afirmativo.


La causa por la que esta asociación, A.B.A.J. trabaja desde hace ya varios años requiere del esfuerzo de muchos, también del de su padre y éste no le va a fallar. Un abrazo a todo este grupo de personas y una invitación a todas quienes pudieran necesitar de nosotros, nuestra puerta siempre estará abierta.
David Burgos González (Psicólogo de A.B.A.J.)
HOSPITAL CRUZ ROJA DE BURGOS-C/ Cruz Roja s/n.
Teléfonos:947 -212664 / 627 409 707
Horario de atención: Lunes-Jueves 19.00 -21.00 hrs.

viernes, 6 de marzo de 2009

¿ Pero por qué papá, están malitos los señores ? (1 de 2)

Era ayer, lunes sobre las seis y media de la tarde, cuando me disponía a salir de casa, como otros lunes y otros jueves, cuando mí hijo de tres años, me dijo: “¿Dónde vas ahora, papá?”. Él sabe ya que esos días de la semana su padre acude a A.B.A.J., la Asociación que en Burgos atiende a personas afectadas por la problemática del Juego Compulsivo o Ludopatía.

A un niño de esta edad resulta un poco difícil explicarle que el “Juego de Mayores” a veces puede hacer daño. Que el juego de adultos en un bar, es muy diferente al suyo, al que practica durante el rato de recreo con sus compañeros o con el que se divierte cuando lo hace en casa con su hermano.

Trato de hacerle entender que a muchos papás y a muchas mamás les “Duele la cabeza” y que por ello hacen cosas que no desean y de las que después se arrepienten; que quieren mucho a sus pequeños, pero que no pueden estar con ellos porque unas máquinas con colores que hay en muchos bares parece que les “hablan” y les “invitan” a gastarse el dinero, que les “hipnotizan y se lo roban” y que después no pueden comprar cosas que sus hijos necesitan.

También trato de decir a mi retoño que la mamá de alguno de estos niños después llora y discute con su papá, que a veces se insultan, y que su papá, aún queriendo mucho a todos ellos, vuelve otra vez a hacer lo mismo a los pocos días y que después…llora y llora, que ya no se ríe, y que sufre mucho, y que ya no es feliz y que por eso le duele tanto la cabeza.

POR FAVOR, NO ME RIÑAIS MAS (y 2)


Queridos mamá y papá, algo me tiene obsesionado y está pudiendo conmigo, a quienes os más quiero me parece que os estoy perdiendo; mis amigos de antes me rehúyen y lo que aún es peor, siento que no valgo para nada, que no le importo a nadie y que no soy digno de la más mínima confianza…. creo que la expresión que mejor podría aplicar para describirme en estos momentos es la de “RUINA HUMANA”.

Papá, mamá, deciros que os quiero más que nunca, y creedme, esto no es una mentira, no es otra estratagema para “sacaros” más dinero o para que me perdonéis por todas mis trampas...Recordad siempre una cosa: siempre os querré.

Ahora sólo me quedan fuerzas para confesaros que SOY UN JUGADOR PATOLÓGICO, UN AUTÉNTICO ENFERMO, y una vez de haberos dicho esto, sólo me resta pediros perdón por todo el sufrimiento que os he causado, y si aún os queda algo de cariño hacia mí, y espero de todo corazón que así sea...
“PAPÁ, MAMÁ, AYUDADME PERO POR FAVOR, NO ME RIÑÁIS MÁS.”.

David Burgos Gonzalez
Psicólogo de ABAJ, Asoc.Burgalesa para la Rehabilitación del Juego Patológico

“POR FAVOR, NO ME RIÑÁIS MÁS...” (1 de 2)

Mamá, Papá, os quiero decir algo muy importante:

Os ruego que hagáis un poco de memoria, ¿Recordáis haber conocido a un gran amigo mío, a un chico maravilloso, alegre, cariñoso, buen estudiante, aquel de quien todos quienes le conocían se sentían orgullosos, padres, amigos, profesores,..? ¿No imagináis de quien os estoy hablando, verdad? Pues bien, necesito, por favor que me ayudéis con él y que sin criticarme ni interrumpirme mientras os hablo me prestéis toda la atención de que podáis disponer. Ese chico no sabe muy bien qué es lo que le ocurre pero está absolutamente destrozado. Ayer me hizo este comentario que me dejó realmente desconcertado: “QUIZÁS PRONTO YA NO NOS VEAMOS”.

Os cuento: Desde hace ya un tiempo parece encontrarse como embrujado, embriagado, poseído y embargado de una gran angustia; dice no ser él mismo, dice que habla, piensa, siente y reacciona como si fuera su “alter ego” propio, pero desconocido, como alguien que hubiera hecho aparición repentinamente en su vida. Vive en estado de “Ausencia”, como en estado de Coma profundo, sintiéndose ciudadano del País de las Pesadillas, del Despiste, de la Apatía, de la Indiferencia, del Espanto...del País de las Tinieblas y de la Infelicidad más absoluta...

No había acabado de hablar de “Daniel”, cuando su madre, inundada del terrible dolor que parecía aquejar a su hijo, se le acercó, y enjuagando sus lágrimas, dijo con el cariño instintivo que caracteriza a una madre: ”Hijo mío, ¿Quién es tu amigo? Cuenta con papá y conmigo para lo que sea preciso”, a lo que este hijo contestó: “Mamá, papá, ese amigo del que os estoy hablando SOY YO y os agradecería enormemente lo siguiente: que la misma comprensión que estáis dispuestos a ofrecerle a él me la ofrezcáis a mí.” Papá, mamá...creo que estoy muy enfermo, siento que mis fuerzas y mi tiempo se me agotan, ¡Por favor no me riñáis más!

Quiero que sepáis que quién daba esos portazos no era yo, quién engañaba y mentía no era yo, quién suspendía no era yo, quién levantaba la voz, quién se escondía, se aislaba de vosotros, huía de casa, llegaba tarde, os quitaba dinero de vuestros monederos...NO ERA YO... (continuará)